LA QUEJA

Cuánto más nos expresamos de una manera determinada más nos formaremos en base a esa manera. Y por eso, si dejas de quejarte progresivamente te irás volviendo más positivo y entusiasta. A todo el mundo le gusta rodearse de gente alegre y positiva.

Nuestra mente solo puede trabajar con una emoción a la vez. Si estás feliz no puedes estar triste al mismo tiempo. Igual que si te estás quejando no puedes ser positivo. La queja, al ser pura negatividad, elimina todo lo bello de la vida. Se carga cualquier posibilidad de encontrar soluciones y de ser positivo. 

Y además está demostrado que estar expuestos ante negatividad (ya sea propia, de otros o incluso de la televisión) por más de 30 minutos al día, mata neuronas del hipocampo del cerebro (parte encargada de resolver problemas). Por lo tanto, cuanto más nos quejemos de algo, más nos costará remediarlo.

Tener voluntad y ganas, y ser consciente de cada una de las veces que te quejas son los dos pasos que debes seguir para dejar de quejarte.