sábado, 2 de enero de 2016

EL APEGO Y LA ACUMULACIÓN



"Es una creencia común que el saber nos hace libres y más felices, pero más conocimiento acumulamos, más nos apegamos a él, teniendo una sensación de falta en su defecto.
Deseamos ser respetados y reconocidos por los amigos y la sociedad, y existe un sentimiento de superioridad cuando estamos en posesión de conocimientos. La mayoría de las personas se ven atrapadas en este juego."

Dhiravamsa.


La palabra desapego según la R.A.E. significa falta de afición o interés, alejamiento, desvío.

Cuando nos formamos en diferentes prácticas espirituales o filosóficas que nos llevan a técnicas de ayuda hacia los demás nos hablan de ese término. Explicar su significado en ese campo resulta a veces difícil, y entender el espíritu de las palabras para muchos es complicado.

El desapego es un concepto primordial cuando una persona se prepara sobre todo en la "Técnica Metamórfica", hay facilitadores o catalizadores más aptos para entender y posteriormente desarrollar ese concepto en su trabajo siendo uno de los pilares fundamentales para que el practicante en esa materia sea de una eficacia máxima.
¿Cómo conseguirlo?

Todas las personas estamos capacitadas para aprender, memorizar, incluso actuar a base de repeticiones de palabras aprehendidas, a base de asistencia a charlas, talleres. Acumulamos datos en nuestro cerebro y manuales en nuestros armarios, pero....¿realmente interiorizamos los conocimientos adquiridos?
Todos estamos capacitados, pero ¿todos estamos dispuestos a esforzarnos y realizar un trabajo interior que no sólo consiste en la asistencia a esas charlas? ¿Estamos con voluntad de querer cambiarnos por dentro?
El desapego en este terreno no significa falta de interés. Es algo más profundo.
El ser humano tiende a sentirse vinculado a las personas que le aportan una seguridad vital, también a los bienes materiales, incluso a los títulos obtenidos en diferentes cursos. En este caso el apego conduce al sufrimiento, debido a que pone demasiado valor en las cosas externas, distorsionando las prioridades. Naciendo ahí otro sentimiento, el de la competitividad: tengo más que, soy más que, voy a hacer esto antes que...; y la desconfianza: me copiarán la idea, cuidado que esto lo hice yo primero....
En definitiva, genera sufrimiento, que se traslada a algo más que a las palabras dichas o escritas, se emite con las actuaciones y relaciones personales, creando siempre una insatisfacción personal o si te satisface tienes un problema añadido, no actúas con amor.

La honestidad, otro pilar fundamental cuando lo que se pretende es ayudar a los demás a que sanen. Pero de eso hablaremos otro día....







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